Elliot : pagina10 tomo 4 , escrita por Javier Solis

 Elliot : pagina10 tomo 4 , escrita por Javier Solis

-es lo mismo de siempre ...

Las leyendas se crean de mentiras , solo falta que llore y así el mito de los modelos Diecisiete Setenta Y Tres , caería a pedazos (agente k)

-ustedes dos suelten al señor Elliot ...

Las disculpas del caso señor , pero debió esperar que se solicitara su identificación (agente z)

-pero señor de que habla ... (agente k)

-gracias , ofícial 

Me puedo retirar verdad ??? (Elliot)

-pero , pero señor , el maldito saco un arma ... (agente k)

El líder de los agentes tiene en su mano una cartera con placas metálicas remachadas al cuero , la superficie metálica esta hermosamente grabada y pulida , se les grita a los agentes que el detenido intento sacar su identificación y que se hará un reporte del incidente , otro agente menciona la veintidós en la alforja de la moto , el exconvicto menciona que el revolver es un modelo viejo aun en esta década  , se le ordena al médico de la unidad dar asistencia a Elliot , el médico de la unidad corta entre las telas de la camisa de Elliot y coloca un gélido parche de gel sobre la herida , el parse tiene una consistencia gelatinosa que a los segundos se infla y cubrió la herida , mimetizándose con el color y la textura de la piel , con un aerosol se le roció y se le ofrecieron disculpas al exconvicto , eso fue todo .

Lentamente las agentes del tiempo se retiraron , Elliot vomito a la orilla de la interestatal setenta y ocho , volviendo a correr por el asfalto , los minutos y los kilómetros dejan atrás el penoso incidente que envolvió al exconvicto "200176" y doce agentes de "Edith" , la oscuridad empieza a cubrir la carretera hasta llegar a la ciudad de Allentown , ahí busco una farmacia y donde hospedarse , varios hematomas adornaban el cuerpo del exconvicto y lo hinchado de su rostro contaba una triste historia , con una agilidad y pulso firme Elliot abrió a lo largo el gel que le habían aplicado los agentes del tiempo , extrayendo un pequeño micrófono o quizás un trasmisor , colocándolo en un pañuelo y luego dentro de su camisa , por la mañana lavo su moto y encontró talvez tres o cuatro transmisores más .

Elliot siguió en la interestatal setenta y ocho , luego se unió a la ochenta y uno para entrar en la ciudad de Harrisburg , ya habían pasado algunos días de recorrer las carreteras , ahí vendería su moto y con lo que le dieron ajusto para comprar un ford mustang del sesenta y siete , el automotor estaba algo golpeado y mal ajustado , pero el exconvicto sabía que tenía arreglo , comprando algunas bujías y algunos empaques , ensuciándose las manos solo tardo tres días en volver al camino , por ninguna manera dejo el transmisor que le habían implantado los agentes del tiempo .

Tomando la interestatal setenta y seis hasta Pittsburgh y hospedándose unos días en un pequeño motel , disfrutando de algunas películas y sabiendo que cualquiera podía ser un agente del tiempo encubierto , al regresar del cine una noche , fue abordado por una prostituta de muy buen ver , simpática y con facilidad de palabras , Elliot cortésmente le dijo que no tenía mucho efectivo , la prostituta de nombre Dorothy le contó una triste historia y que necesitaba donde pasar la noche , más de cuatrocientos años en soledad pasaron la factura y el exconvicto ofreció un lugar donde dormir a su nueva amiga , salvajemente hicieron el amor y al día siguiente como un colegial , Elliot le pidió a la prostituta que lo acompañara en su aventura , su destino eran San Francisco California , donde algunos amigos del joven exconvicto lo esperaban , Dorothy acepta a la primera y así juntaron su dinero , Elliot vendió su auto y compraron dos boletos de avión para San Francisco .

-y tus amigos también me ayudarán a mí ? (Dorothy)

-si claro , nena , buenos carros y apartamentos de lujo , pero debemos de estar antes del cuatro de julio (Elliot)

-el día de la independencia ????

Que patrióticos , tú no eres militar verdad Elliot ...

Tu cabello largo y ese bigote me dicen que no (Dorothy)

Elliot : pagina10 tomo 4 , escrita por Javier Solis