miércoles, 15 de junio de 2022

Oximoron : no soy digno de que me rescates pagina 5 tomo 2 , escrita por Javier Solis

 Oximoron : no soy digno de que me rescates

pagina 5 tomo 2 , escrita por Javier Solis


Se presiona la pared del pasillo y se extrae una plancha de metal , que al ser energizada levita casi un metro sobre el suelo , su superficie se enfría rápidamente y desgastando el tiempo se coloca al interno 15851 que sigue luchando por ser libre , unas bandas metálicas sujetan al keratiano , entre sus tobios , muñecas , antebrazos y muslos , una banda metálica más gruesa recorre el ecuador del cuerpo del atontado interno , se ve como los somníferos surten efecto o eso desea hacer creer el interno 15851 , moviéndose entre los pasillos y escuchando los gritos de los internos que en algunas ocasiones hablan en dialectos que no pueden ser traducidas para el bípedo humanoide de piel suave , se usan los elevadores secundarios y se llega hasta la bahía de carga número siete , ahí la suerte sigue agrediendo el plan de Kilik , el interno 15851 grita quien es y que no morirá sin oponer resistencia , además hace recordar que solo hay un Keratiano entre todos los internos psiquiátricos y este jamás será dado de alta .

De golpe se desató un enfrentamiento de ocho contra uno , los ocho son formados por un pretoriano , tres centuriones , más cuatro asistentes domésticos imperiales , estos ocho seres en contra del supuesto técnico de mantenimiento .

La desventaja del intruso , el número de contrincantes , la ventaja de Kilik , la falta de armas pesadas dentro de las instalaciones de "IpI" , armas de energía de mano es lo que los pretorianos y los centuriones poseen , los asistentes domésticos imperiales poseen barras eléctricas disuasoras de baja intensidad , alguien grita un código con la esperanza de activar las defensas internas y la alarma general , aunque tanto las defensas pesadas automáticas interiores como exteriores de la bahía se muestran fuera de línea , la prioridad del intruso es remover de la ecuación al pretoriano , tanto el pretoriano como los centuriones poseen esas coloridas y adornadas armaduras que los protegen de armas de energía o plasma metálico de alto calibre , muy pesadas en combate a corta distancia .

Una pequeña cápsula es ingerida por Kilik , el infiltrado evita algunos puñetazos y buscando suprimir al pretoriano , no se recapacita por su propia integridad física , dos impactos energéticos son absorbidos por el cuerpo de Kilik , ante los ojos de Harold Shipman se despliega la verdad y el error cometido por el interno 15851 , que pide participar en la pelea . 

Tras matar al pretoriano , el cuerpo del infiltrado vuelve a ser blanco de un disparo de energía , que lo arroja unos metros hacia atrás , golpeando la plancha de metal que levitaba en el área de carga y moviéndola , el interno 15851 grita y vuelve a pedir participar en la batalla .


-suéltame maldito , te juro que te daré la victoria , TE LO JUROOOO !!!!! (Cerio)


Killik Neven golpea una perrilla al costado de la plancha metálica y luego la gira , además grita el comando que retrae las bandas metálicas que retenían al Keratiano , "Cerioooo" , al tratar de incorporarse el infiltrado recibe otro disparo de energía , el interno 15851 ocupa la plancha que levita como trampolín y le cae a un centurión al que estrangula , el infiltrado se mueve con lentitud aunque no le teme a nada , matando al último centurión , solo uno de los asistentes doméstico imperiales queda vivo y huye , aunque Harold Shipman trata de perseguir al sobreviviente que corre al resguardo de una pequeña nave de carga que fue descargada , pero Kilik le grita que no hay tiempo e indica otra pequeña nave de carga aun con los insumos en su interior , moviéndose con lentitud se ve la borrosa imagen de Kilik atravesando la bahía como un ente espectral , tanto el infiltrado como el interno abordan la nave y bajo comandos de voz y la introducción de códigos la diminuta nave carguero se suelta de sus amaras magnéticas , la puerta de la bahía de carga se abre , aunque las luces exteriores hacen evidente la salida sin permiso de la nave de carga .



Oximoron : no soy digno de que me rescates

pagina 5 tomo 2 , escrita por Javier Solis

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