viernes, 22 de julio de 2022

Oximoron : aunque camine en el valle de muerte pagina 20 tomo 4 , escrita por Javier Solis

 Oximoron : aunque camine en el valle de muerte

pagina 20 tomo 4 , escrita por Javier Solis


Las estrellas están alineadas correctamente y descendiente en una esfera Sleipnir de trasporte azul está el comerciante y su séquito , aunque su seguridad se quedó en una puerta de arribo en la superficie del planeta capital , no se permite el tránsito de fuerzas armadas hacia la fiesta imperial en la ciudad capital M.Antonius , al estar en la superficie del planeta y pasar por los requerimientos portuarios tanto Darad como Natan acompañaran al mayordomo Cneo , estos inspeccionaran las granjas y empacadoras en el planeta , quien acompañaran al comerciante Publio Elio Adriano serán Kilik y Sylys , los esclavos empujaran un depósito de levitación que contiene los presentes para el emperador y otros importantes personajes , el choque cultural y tecnológico es evidente aun para los dos esclavos de piel suave , se ve como la fuerza de trabajo de la ciudad imperial está compuesta por esclavos , aunque se les dice asistentes imperiales .

Solo las fuerzas de seguridad de la ciudad ostentan a simple vista la tecnología del sistema solar y las aportaciones de otros mundos , el trasporte hacia la fiesta fue proporcionado por el palacio imperial , aunque al encuentro del comerciante beloniano se apresura el mayordomo imperial Valerius de M.Antonius quien apenas cuenta con un metro de estatura con su piel cubierta de láminas cristalinas tornasol y con rasgos marcados de insectos , se le da la bienvenida al comerciante y se le ofrece ayuda para mover el contenedor que manipulan .


-declino su ayuda en ese sentido mayordomo imperial , debe comprender que el contenido del depósito fue inspeccionado a la salida de La Puerta De Ponpello por mi petición y esperando que únicamente fueran a ser tocada por terceros en la inspección en las cocinas del palacio imperial , aunque le tengo un presente

A mis oídos llego la noticia que tanto usted como el cocinero imperial alabaron mis cortes de carne ante un mercader invitado por su serenísima , así que me tome el atrevimiento de traerles unos pequeños corte para usted y el cocinero imperial si no los ofendiera

Además en el contenedor viene dos filetes extra  , uno para el gran centurión maestro y el otro para el decimotercero Prefecto del Pretorio 

Esperando que bajo su conducto se les haga llegar ... (Neodimio)


-es usted muy espléndido señor , es sabido que los cortes de la carne del boshtaurus no son vendidos y su crianza es uno de sus mayores secretos comerciales 

Claro que haré llegar sus presentes ante el decimotercero Prefecto del Pretorio y el gran centurión maestro 

por favor síganme hasta los vehículos por los cuales serán conducidos a la fiesta del todopoderoso (Valerius)


Empujando el contenedor se ve a Sylys y quien lo dirige es Kilik , se mueven hasta los transportes imperiales destinados para los invitados , que sorpresa al ver que entre dichos trasportes se encuentra uno de aquellos modelos de trasporte interestelar que los cuatro bípedos de piel suave gozan al reparar , aunque estos vehículos son de un bello color blanco aperlado , abusando y probando los límites de su posición ante el emperador el comerciante Publio Elio Adriano de Neven le pide al mayordomo imperial conducirse en el vehículo interestelar biplaza aperlado , mencionando que quien conduciría el vehículo sería el esclavo de piel suave de nombre Sylys , claro que se crea un minúsculo conflicto que se disipa al oír la aceptación del esclavo Sylys en conducir el vehículo en un fluido auro , aunque como una precaución se desactivaran las armas del vehículo modelos "51705 R31vaj" llamados de cariño en todo el sistema solar Calígula como "Fontus" , el comerciante acepta que las armas fueran desactivadas y menciona que podría esperar por si se decidiera desmontarlas , ya que la unidad que contiene las carnes está a climatizada y será cargada en el Fontus .



Oximoron : aunque camine en el valle de muerte

pagina 20 tomo 4 , escrita por Javier Solis

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