Oximoron : aunque camine en el valle de muerte
pagina 25 tomo 4 , escrita por Javier Solis
Quien se presenta como representante del emperador es ni más ni menos que el mayordomo imperial Valerius de M.Antonius quien interpreta con fluidez las reglas de las apuestas y menciona que el emperador no mirara a bien quien desee estafar a un invitado de su fiesta , claro que el senador intenta intimidar al mayordomo imperial sin éxito y busca llegar a un arreglo antes que escale a otras autoridades el incumplimiento de la apuesta , disimuladamente el comerciante Carmelius Praseodimio intenta escapar , aunque el decimotercero Prefecto del Pretorio lo detiene colocando con firmeza su mano sobre su hombro y ofreciendo una fuerte cantidad por el maltrecho campeón Vladímir Ilich Uliánov , con una mirada a la distancia el senador imperial le indica a su socio secreto que acepte lo ofrecido por el llamado "Cromo Letal" .
Aunque persiste el hecho que el senador Calpurnius Praseodimio no puede cancelar lo adeudado , la fiesta a continuado pero entre los círculos de conversación se señala al senador imperial con razón de burla , la fiesta se detiene por la entrada del emperador , que es llevado hasta un trono gigantesco que emerge de las profundidades del salón , ya que dos láminas de roca se mueven para darle paso al coloso blanco , es una imagen que en verdad aterra al comerciante Publio Elio Adriano de Neven porque el emperador posee una obesidad mórbida , también su piel ya no posee el brillo de antaño , se ve desgastada , moviendo con suavidad su mano derecha el emperador Carl Auer Praseodimio saluda a sus invitados y anima a los presentes a seguir disfrutando de la fiesta , muchos segmentos de la piel imperial están unidas por grapas de polímero quirúrgico para evitar que se desgarre , unos veinte esclavos mueven la litera y al paso del séquito todos se arrodillan .
Cuando la litera se asienta en el piso del gran salón , de los costados del trono brotan aquellos seres voladores que revolotean alrededor de las columnas de piedra trasparente , aunque los luminiscentes seres de apenas treinta centímetros no solo iluminaran la avejentada piel imperial , estos sirvientes domésticos imperiales halan de argollas soldadas a la piel del emperador y lo mueven a su majestuoso trono blanco , grandes tazones se colocan alrededor del emperador , sostenidos por esclavos que tiemblan por las bajas temperaturas manejadas dentro del salón imperial .
Frutas , lácteos , carnes y dulces serán parte del festín que el cocinero imperial preparo en exclusivo para su serenísima majestad , el emperador pide que todos se levanten y disfruten de su fiesta , mencionando que a la brevedad habrá peleas en vivo y que las apuestas deberán ser pagadas al concluir las peleas .
Otra vez el senador coloca su mano sobre el visor del esclavo de piel suave y en esta ocasión se muestra una luz azul que señala el término de la transacción .
El senador se disculpa y se retira con rapidez , el mayordomo imperial da por terminado sus servicios y le pide al comerciante Publio Elio Adriano de Neven seguirlo hasta la presencia del emperador , claro que Tiberio Praseodimio el decimotercero Prefecto del Pretorio deseaba concretar la oferta por las propiedades en Phoebus que pertenecen al comerciante beloniano , aunque una invitación del mismísimo emperador no puede ser rechazada .
Atrás del mayordomo imperial a tres metros se mueven los dos esclavos de piel suave , adelante de Valerius de M.Antonius camina con un gran porte el comerciante beloniano que avanza al encuentro con el emperador , algunos socios comerciales pausan el andar de Publio Elio Adriano , aunque este sé escusa y prosigue , enormes pretorianos con dulzura se escusan e inician una revisión de la identidad de quien a sido requerido por el emperador , aunque es amarga la oscultación sobre los esclavos de piel suave , muy invasiva , pero luego de unos minutos el séquito del comerciante Publio Elio Adriano continua , arrodillándose como un gesto de sumisión absoluta y declarando su lealtad ante la divinidad viviente el emperador Carl Auer Praseodimio , estos actos de reverencia se llevan a cabo a seis metros de distancia del emperador , el piso está gélido y quema las pieles atravez de los ropajes de los esclavos de piel suave , los esclavos tratan de ahogar sus lamentos .
Los esclavos y el comerciante observan delicados hilos metálicos que emergen de entre los pliegues de la piel metálica del emperador , imperceptibles a cierta distancia y que se unen a drones con forma esférica de color rojizo de cinco centímetros de diámetro que flotan sobre la deidad imperial , también se observan caminando entre la metálica piel imperial a diminutos robots con formas insectoides , el sueño de cualquier entomólogo .
Oximoron : aunque camine en el valle de muerte
pagina 25 tomo 4 , escrita por Javier Solis
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