Oximoron : aunque camine en el valle de muerte
pagina 26 tomo 4 , escrita por Javier Solis
-levanta tu cabeza mi apreciado Publio , creí que me rechazarías como es tu costumbre ...
Es broma , sé que cuando se te e invitado no has estado en el planeta padre , aunque siempre me envías esos suaves y jugosos trozos de carne
Dime algo Publio , por fin me contaras donde se crían estos regordetes animales , ya que por más de una década entre mis parcelas se ha tratado de criar a los boshtaurus , pero mis carnes siempre son de menor calidad que la que tú me regalas ... (emperador)
-su serenísima , si usted me permite acercarme a su oído se lo podría susurrar , ya que al usted girar un poco su rostro podrá ver el interés que hemos creado por mencionar dicha locación ... (Neodimio)
-eso es imposible por el momento mi apreciado Publio , sé que nunca habías estado entre mis más cercanos , o sea mi corte imperial
Hay muchos que han pasado literalmente un siglo a espera de estar parados donde tú estás
Si te permitiera acercarse podrías crear más enemigos y esta vez no serian pequeñas sabandijas como las que has apaleado durante estos meses , mientras me seguís enviando esas jugosas carnes , que maldad sino sé donde las crían (emperador)
Con dificultad el emperador remueve un anillo de su mano izquierda , ayudado por un insecto con varios apéndices que los esclavos de piel suave , compararían con un ciempiés de su mundo natal , el emperador lanza el anillo que genera un cántico al rebotar por el piso y rodando hasta donde está arrodillado Publio Elio Adriano de Neven y se le pide tomarlo como un presente imperial , el emperador le dice que será la segunda vez que el comerciante llevara con orgullo una joya divina
, el mayordomo Valerius de M.Antonius retira al comerciante beloniano felicitándolo y explicando como un formulismo burocrático imperial el funcionamiento del regalo , que al girar la corona donde está empotrada la piedra , el anillo proyectara un perdón imperial , explicando con tal pasión los posibles usos jurídicos y las restricciones imperiales , este puede ser heredado o vendido .
El mayordomo se despide para seguir con sus obligaciones imperiales , luego de retirarse algunos metros el comerciante beloniano es interceptado por el gran centurión maestro , Ulpio Trajano Praseodimio , quien desea agradecer el presente que el mayordomo imperial le hará llegar a su residencia .
El gran centurión maestro da entender como la envidia se desenvolverá entre la fiesta al expandirse el chisme que los afamados cortes de carne del comerciante beloniano serán saboreados por el humilde Ulpio Trajano Praseodimio , aunque la pregunta es directa , el porqué del presente , con una sonrisa y acariciando algunas joyas que adornan el rostro del comerciante se contesta , con suavidad y con gran elocuencia , se menciona la guerra entre la familia Marius y la familia Adriano , como el emperador le hizo saber a Publio Elio Adriano de Neven la admiración por el uso de los cohetes Ctenophora de parte de tan conocidas y legendarias figuras imperiales , claro que el halago perfora el ego del gran centurión maestro y este se va de boca , comentando que la muerte de los senadores creo una nueva era para el imperio , por eso el bello presente del emperador hacia el comerciante beloniano , claro que esas palabras no significan nada en ese momento para Publio Elio Adriano de Neven , atras de los dos seres metálicos los esclavos de piel suave siguen admirados y sorprendido por las variables de vida que la corte imperial despliega ante sus humanidades , los haces de luz que emiten las altas columnas bañan de colores a los invitados y las bellas joyas sobre muchas de las anatomías reflejan ese festín de colores .
Oximoron : aunque camine en el valle de muerte
pagina 26 tomo 4 , escrita por Javier Solis
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