Tercero al poder , "Mentira , suerte y destino"
pagina 9 - tomo 1
escrito por Javier Solis
Una tormenta ha iniciado y como sinónimos de relámpagos los cañonazos desde las proas y popas de los navíos imperiales crean eco , las gotas de plomo perforan las paredes blancas de la muralla , pero como un regalo de las deidades las arenas se levantan y forman mantos blancos , el viento es agresivo y silva , los novatos nos alegramos por entrar a batalla y demostrar nuestra valía , con valentía nos movemos al frente de batalla aquellos que habíamos sido entrenados por el oficial Mendoza , pero los veteranos saben que una tormenta de arena no detiene a los navíos goliath y que nuestras pequeñas naves si serán afectadas por diminutas arenas contenidas dentro de los afilados vientos ...
El silbido de las metrallas recorre nuestra piel , se escucha la orden de retirada y la decisión de dejar a los enfermos y los ancianos atrás .
-SEÑORES DESEO UN VOLUNTARIO !!!!!! (Luka Markovic)
-Yoooooooooooooo (mi voz no se desquebrajó)
Es la proclama del más alto de los caballeros del engranaje carmesí , claro que es la primera vez que vemos a este personaje y desconocemos su nombre o rango , pero es notorio su alto status por como se le trata de proteger , aunque luego de pedir voluntarios es llevado a un pequeño y moderno zepelín , pero este líder revolucionario exigió creo la entrega de una parte del tesoro al teniente Dubon , que a la distancia de nosotros se negó y argumento no sé que , ya no puedo decir que paso luego , porque como voluntario me dirigí con los demás que lideraba el oficial Mendoza , todos los voluntarios éramos de distintas unidades , la mayoría de mis compañeros estaban bien abastecidos y vestidos , nos dividieron para liderar otras unidades .
-dennos suficiente tiempo y tomen posesión de la gran torre , conténganlos lo más que puedan ... (Oficial Mendoza)
Esas fueron las palabras que marcaron mi inicio en una nueva vida que jamás soñé , el regordete oficial nos dice que a cinco kilómetros al oeste de la fortaleza estarán tres zepelines para los que logremos sobrevivir , quisiera decir que mis pisadas eran aligeradas por mercurio cuando subía aquellos interminables escalones en espiral , pero el miedo en mi alma era la verdad que movía mi marcha , como habían predicho los veteranos la tormenta de arena no afecto el ataque de las naves imperiales , disparando al vacío esperando darle a algo , la orden individual que se me dio fue dirigir a un grupo de supuestos voluntarios , dirigiendo lo mejor que pude aquellos pseudo voluntarios que creían que yo era un oficial revolucionario por ser de una edad avanzada , creo que esto era el resultado de no haber integrado a todos los soldados y segmentarnos por supuestas diferencias sociales
Tercero al poder , "Mentira , suerte y destino"
pagina 9 - tomo 1
escrito por Javier Solis
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